“Siempre que vuelvo a la Residencia siento que estoy en mi casa”

“El sábado, 4 de febrero, fue un día increíble…hacía tiempo que no sentía tantas emociones juntas. Después de más de 25 años nos reencontramos amigas y compañeras de la Residencia. Llegamos de muchos lugares de España y algunas, incluso, desde el extranjero. Llevábamos meses planeando el encuentro y gracias a la iniciativa y empuje de varias compañeras y a las nuevas tecnologías de comunicación (prácticamente ausentes en los 90) conseguimos reunir a muchísimas amigas con las que, con el paso del tiempo, habíamos perdido el contacto. Aunque no pudieron asistir todas, estuvisteis presentes en nuestras conversaciones y pensamientos. Los abrazos, risas e, incluso, llantos de emoción, fueron lo más repetido en la extraordinaria jornada.

Otra cuestión que me gustaría resaltar fue el carácter intergeneracional, pues también nos reunimos con hijas y sobrinas que actualmente están viviendo la experiencia que nosotras disfrutamos. Por favor, ¡¡aprovechad estos años!!, porque es una época maravillosa e inolvidable, donde forjaréis vuestra personalidad y futuro profesional. Ni el paso del tiempo conseguirá deshacer los vínculos de amor y amistad que estableceréis entre vosotras.

Y eso, efectivamente, nos ocurrió a nosotras, las alumnas de los años 90…

Porque el tiempo que estuvimos reunidas fue breve, pero intenso, y lo aprovechamos para contarnos las experiencias de vida de estos años, alegrías y tristezas, compartidas con emoción.

Gracias a Mercedes, que siempre ha estado ahí, y que ha dejado una huella imborrable en nosotras y también a Loli, Feli, Juli, Manolita, Pepa, Carmen… Y todas las personas que cuidaron de nosotras en una etapa vital tan bella. Por último gracias, también, a María Isabel y al actual equipo que dirige y gestiona la Residencia y, sobre todo, se preocupa y cuida de nuestra familia.

Espero que esta oportunidad, este reencuentro, se vuelva a celebrar en breve porque, a pesar de los años que han pasado, siempre que vuelvo a la Residencia siento, con alegría y emoción, que estoy en mi casa.”

Emilia Román López

Antigua residente de la Residencia Cardenal Spínola